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Cainán: ¿Cómo se explica la diferencia entre Lucas 3:36 y Génesis 11:12?

Por Jonathan Sarfati

La diferencia es que (Lucas 3:36 tiene el nombre extra de Cainán. Algunos escépticos han usado esta diferencia para atacar la inerrancia Bíblica. Sin embargo, es importante notar que la diferencia no es un error en los autores originales inspirados por Dios (los 2 Timoteo 3:15–17) de la Escritura, pero uno de los extremadamente pocos errores de copista en los manuscritos disponibles hoy.

Para poner esto en perspectiva, tenemos el texto original con un 99% de exactitud en el Antiguo Testamento y >98% en el Nuevo Testamento. La mayor parte de la variación en el restante < 2% es meramente estilístico, y ninguna doctrina del Cristianismo descansa en un texto debatible.1

La doctrina vital de la inerrancia Bíblica, enseñada por Cristo ((Juan 10:35) y sus apóstoles ((2 Timoteo 3:15–17, (2 Pedro 1:20–21), no se ve afectada en lo más mínimo. En el caso del problema de Cainán, podemos plausiblemente reconstruir cómo se introdujo el error en las copias.

Note que el Nuevo Testamento Griego fue originalmente escrito sin puntuación o espacios entre palabras. Así que (Lucas 3:35–38 originalmente habría sido escrito como está abajo. En este manuscrito, ΤΟΥΚΑΙΝΑΝ ((el hijo) de Cainán) pudo haber estado al final de la tercera línea:

ΤΟΥΣΑΡΟΥΧΤΟΥΡΑΓΑΥΤΟΥΦΑΛΕΓΤΟΥΕΒΕΡΤΟΥΣΑΛΑ
ΤΟΥΑΡΦΑΞΑΔΤΟΥΣΗΜΤΟΥΝΩΕΤΟΥΛΑΜΕΧ
ΤΟΥΜΑΘΟΥΣΑΛΑΤΟΥΕΝΩΧΤΟΥΙΑΡΕΔΤΟΥΜΑΛΕΛΕΗΛΤΟΥΚΑΙΝΑΝ
ΤΟΥΕΝΩΣΤΟΥΣΗΘΤΟΥΑΔΑΜΤΟΥΘΕΟΥ

Pero en los primeros siglos, un copista del evangelio de Lucas estaba copiando la primera línea, pero sus ojos miraron hacia el final de la tercera línea a ΤΟΥΚΑΙΝΑΝ Así lo habría escrito en la primera línea también:

ΤΟΥΣΑΡΟΥΧΤΟΥΡΑΓΑΥΤΟΥΦΑΛΕΓΤΟΥΕΒΕΡΤΟΥΣΑΛΑΤΟΥΚΑΙΝΑΝ
ΤΟΥΑΡΦΑΞΑΔΤΟΥΣΗΜΤΟΥΝΩΕΤΟΥΛΑΜΕΧ
ΤΟΥΜΑΘΟΥΣΑΛΑΤΟΥΕΝΩΧΤΟΥΙΑΡΕΔΤΟΥΜΑΛΕΛΕΗΛΤΟΥΚΑΙΝΑΝ
ΤΟΥΕΝΩΣΤΟΥΣΗΘΤΟΥΑΔΑΜΤΟΥΘΕΟΥ

Es bien sabido que las citas en el Nuevo Testamento del Antiguo Testamento usualmente siguen la LXX o Septuaginta, la traducción Griega del Antiguo Testamento, escrito en Alejandría, Egipto aproximadamente entre 250–150 AC (llamada así porque, según la leyenda, fue traducido por 72 rabinos, seis de cada una de las 12 tribus de Israel: septuaginta es el Latín para 70).

Así que si un copista del evangelio de Lucas es responsable del error, ¿cómo es que también está en la LXX? Una clave para la solución es que el Cainán extra en Génesis 11 se encuentra solamente en manuscritos de la LXX que fueron escritos mucho después del Evangelio de Lucas. Los manuscritos más antiguos de la LXX no tienen este Cainán extra.

El Sr. Larry Pierce, productor de la Biblia Online y autor de un próximo gran trabajo sobre el Obispo Ussher (1581–1656), confirmó esto con información del historiador Judío Flavio Josefo (d.C. 37/38 – c.100) sobre el Cainán de Lucas 3:36.2 La siguiente es la tabla del Sr. Pierce comparando la genealogía del texto Hebreo, la LXX y Josefo dando los años después del Diluvio en que nació el hijo mencionado:

Patriarca

Texto Hebreo

LXX

Josefo3

Sem

2

2

12

Arfaxad

35

135

135

Cainán

130

Sala

30

130

130

Heber

34

134

134

Peleg

30

130

130

Ragau

32

132

130

Serug

30

130

132

Nacor

29

79

120

Taré

70

70

70

Total (Desde el Diluvio hasta el primogénito de Terá)4

292

1072

993

El Sr. Pierce señala:

‘Si Josefo no usó la LXX debió haber usado algún documento basado en la LXX pues repite muchos de los errores de la LXX para que sea un hecho casual. Parece que en el tiempo de Josefo, la generación extra de Cainán no estaba en el texto de la LXX o en el documento que Josefo usó, ¡de otra manera Josefo la habría incluído! Si la LXX contenía la lectura, Josefo la omitió por error (que no es probable) o tuvo la lectura en baja estima. Sabemos que cuando Jerónimo (d.C. c.347–419/420) tradujo la Vulgata (traducción Latina de la Biblia) en el siglo 5to d.C., no usó la LXX a pesar de los ruegos de Augustín (354–430) porque Jerónimo decía que era muy inexacta. Él usó el texto Hebreo que no incluía la variación.

Pierce también nos dice que más información viene de Julius Africanus, (d.C. c. 180–c. 250), ‘el primer historiador Cristiano que se conoce que produjo una cronología universal.’5 En su cronología (tabulada abajo), escrita en c. 220 d.C., también omitió este misterioso Cainán.6 Los números de años en su cronología (columna derecha), idénticos a los de la LXX (claramente inflados del confiable Texto Masorético7,8), muestran que él debió haber usado la LXX: ¡pero no se incluyó Cainán hasta el 220 d.C.!

Adán a Noé

2262

Arfaxad engendró a Sala

135

Sala engendró a Heber

130

Heber engendró a Peleg

134

Peleg engendró a Ragau

130

Pierce resume:

‘Pienso que tenemos buena evidencia que serviría en cualquier tribunal para mostrar que cada una de las copias que tenemos del texto de la LXX fue corrompido algún tiempo después del 220 d.C.. Las copias de la LXX disponibles tanto para Josefo como para Africanus no incluían esta generación espúrea. Tampoco está en el Pentateuco Samaritano o en los manuscritos Hebreos.

‘Todos estos preceden al texto del Nuevo Testamento Griego. Y mientras que Josefo no era un escritor Cristiano y no habría estado influenciado por copias de las genealogías de Lucas, Julius Africanus era un Cristiano devoto. En su Epístola a Arístides, en el capítulo 3, hizo un estudio extenso de las genealogías de Lucas y Mateo. De hecho él cita Lucas 3:23.9 Por lo tanto, Africanus tenía copias de los Evangelios de Lucas y Mateo. Así que no se puede decir que Africanus no conocia el evangelio de Lucas o sus genealogías. Si las copias de los escritos de Lucas tenían este espurio Cainán, sin duda Africanus habría enmendado su cronología para arreglarlo. De hecho, la copia más antigua de Lucas existente, de 102-páginas (originalmente 144), el papiro códice de la Colección Bodmer marcado P75 (datado entre 175 y 225 d.C.10), omite el Cainán extra. Por lo tanto la lectura en Lucas 3:36 no se puede demostrar como existents antes del 220 a.C.’

El gran teólogo Bautista Reformado Dr. John Gill provee un apoyo más fuerte de que Cainán es una adición espúrea.

Él resume la evidencia textual como sigue en su gran comentario Bíblico. Y Gill era probablemente el más grande Hebraísta del siglo XVIII (antes de surgimiento del ‘alto criticismo’), defendía fuertemente la inerrancia Bíblica, y sólo apuntaba problemas textuales muy raramente:11

‘Este Cainán no es mencionado por Moisés en Génesis 11:12 ni ha aparecido nunca en ninguna copia Hebrea del AntiguoTestamento, ni en la versión Samaritana, ni en el Targum; tampoco es mencionado por Josefo, ni en 1 Crónicas 1:24 donde la genealogía se repite; tampoco está en la copia griega más antigua de Lucas, la de Beza: sin duda aparece en las copias recientes de la Septuaginta, pero originalmente no estaba allí; y por ende no puede ser tomado por Lucas desde allí, pero parece que se debe a un transcriptor negligente antiguo del Evangelio de Lucas, y desde entonces puesto en la Septuaginta para darle autoridad: digo “antiguo”, porque está en muchas copias griegas, y en la Vulgata Latina, y todas las versiones Orientales, incluso en la Syriaca, la más antigua de ellas; pero no debería estar en el texto, ni en la versión: ciertamente, nunca existió el tal Cainán, el hijo de Arfaxad, pues Sala era su hijo; y con él las palabras siguientes deben ser conectadas.’

Hay otra explicación consistente con la inerrancia de los autores originales. Ésta es que el primer ‘Cainán’ fue omitido en los manuscritos Masorético y Antiguo Testamento Samaritano existentes, pero fue preservado en los manuscritos de la LXX.

Pero Henry Morris afirma que es improbable.12 La evidencia de Josefo, Africanus y Gill sin duda muestra que el nombre extra de Cainán no es parte de la Palabra original de Dios, sino que se debe a un error posterior de un copista.

De cualquier manera, este extra ‘Cainán’ no puede ser usado como un argumento en contra de la inerrancia Bíblica (ni puede apoyar ideas de brechas en las genealogías de Génesis).

Referencias

  1. White, J.R., The King James Only Controversy, Bethany House Publishers, Minneapolis, MN, pp. 38–40, 1995. Regresar al texto.
  2. Pierce, L., Cainán en Lucas 3:36 : visión desde Josefo, Journal of Creation 13(2): 75–76, 1999. Regresar al texto.
  3. Josefo, F., Antiguedades de los Judíos Libros I–IV, Harvard Press, Cambridge, MA, 1930, p. 73. (Loeb Classical Library No. 242)). Regresar al texto.
  4. Note que Abraham no era el primogénito de Tera. Gen. 12:4 dice que Abraham tenía 75 años cuando se fue de Harán, y eso fue un poco después de que Tera muriera a los 205 años (Gen. 11:32), y la diferencia 205–75 significa que Tera tenía 130 años cuando nació Abraham, no 70 (Ussher parece haber sido el primer cronologista moderno en haber notado este punto). La última cifra se refiere a la edad de Tera cuando nació el último de los tres hijos mencionados, probablemente Harán. Regresar al texto.
  5. ‘Africanus, Sextus Julius’, The New Encyclopædia Britannica 1:136, 15th Ed. 1992. Regresar al texto.
  6. Ante-Nicene Fathers 6:131, Hendrickson, Peabody, MA, 1994. Regresar al texto.
  7. Para una defensa del texto Masorético vs. La alterada Septuaginta (LXX), vea Williams, P., Algunos apuntes preliminares a una cronología Bíblica, CEN Tech. J. 12(1): 98–106, 1998. Regresar al texto.
  8. El Sr. Pierce ha sugerido en otra parte que los rabinos que tradujeron la LXX arbitrariamente añadieron cerca de 700 años a la cronología Bíblica para que concordara con la exagerada cronología Egipcia del sacerdote egipcio Maneto (fl. c. 300 BC). Ver Pierce, L., En los días de Peleg, Creation 22(1): 46–49,1999. Regresar al texto.
  9. Ante-Nicene Fathers 6:126, Hendrickson, Peabody, MA, 1994. Regresar al texto.
  10. Geisler, N.L. and Nix, Wm. E., Una Introducción General a la Biblia, Moody Press, Chicago, revisada y expandida, pp. 390–391, 1986. Regresar al texto.
  11. Note en Luke 3:36, en: John Gill, D.D., Una exposición del Antiguo y Nuevo Testamentos; completo e ilustrado con notas, tomado de los escritos Judíos más antiguos (nueve volúmenes), Londres: impreso por Mathews and Leigh 18 Strand, by W. Clowes, Northumberland-Court, 1809. Editado, revisado y actualizado por Larry Pierce, 1994–1995 para la Online Bible CD-ROM. Regresar al texto.
  12. Morris, H.M., The Genesis Record, Baker Book House, Grand Rapids, MI, pp. 280–283, 1976. Regresar al texto.