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¿Cómo aceptar que los primeros 3 días de la Creación fueron días tal como los conocemos hoy?

por Dr Jonathan Sarfati

En la actualidad todos conocemos que para tener un ciclo de noche y día se necesita que la Tierra rote sobre su propio eje con la luz brillando desde un punto. La Biblia nos dice que Dios creó en la luz y la Tierra el primer día. Este hecho nos permite deducir que la Tierra se encontraba ya rotando en relación a la luz creada.

El Dios creador puede crear luz sin necesidad de tener una fuente secundaria. Dios nos dice que en los cielos nuevos y en la Tierra nueva ya no habrá sol ni luna (Apocalipsis 21:23). En Génesis, Dios define al día y a la noche en referencia a la luz como existente o ausente.

Los ‘creacionistas progresivos’ utilizan el argumento de que los días señalados en la Creación son periodos grandes de tiempo, pero Dios habría utilizado diferentes palabras para distinguir las dos clases de días. La creación del sol después de la Tierra debilita grandemente los intentos que hacen los creacionistas progresivos para armonizar la Biblia con miles de millones de años. Algunos de ellos postulan que lo que realmente sucedió en este Día 4 fue que el sol y otros cuerpos celestiales ‘aparecieron’ cuando una densa nube se disipó después de millones de años. Ésta no sólo es fantasía científica, sino también una mala exégesis del Hebreo. Veamos por qué: La palabra ‘asah que se traduce como ‘hacer’ es utilizada a través del primer capítulo de Génesis. Se puede intercambiar por ‘crear’ (bara’) cuando significa una creación de la nada, como por ejemplo en Génesis 1:26–27.

No es lógico aplicar un significado diferente de la misma palabra, en la misma construcción gramatical, en el mismo pasaje, solamente para hacerlas coincidir con ideas evolucionistas ateas tales como el ‘Big Bang’. Si Dios hubiese querido decir ‘apareció’, hubiese usado la palabra Hebrea para aparecer (ra’ah), así como cuando la Tierra seca ‘apareció’ cuando las aguas se juntaron en el Día 3 (Génesis 1:9). Durante nuestros estudios hemos analizado más de 20 traducciones y todas claramente establecen que el sol, la luna y estrellas fueron creadas el Cuarto Día.

La evidencia de que estos días son días ordinarios es tan contundente, que aún eruditos del hebreo antiguo de tendencias liberales admiten que el autor del libro no puede tener otra intención en señalarlo así : particularmente cuando las palabras ‘tarde’ y ‘mañana’ fueron utilizadas desde el primer día (Ver el Libro de las Respuestas Capítulo 2).

Fue en el Día 4 cuando fue instituido el sistema presente con los portadores de luz temporales para la Tierra (después de escribir este artículo encontré que Calvino había hecho esta misma observación años atrás.)

Notas

  1. Esto es muy importante para los puntos de vista paganos que tienden a alabar al sol como la fuente de la vida. Dios parece estar explicando claramente que el sol es secundario a su ser como Creador y fuente de todo. No ‘necesita’ al sol para crear ‘vida’ (en contraste a las creencias teístas evolucionistas.)
  2. Esta orden inusual en la Creación en contra de la intuición (luz antes del sol) añade un sello de autenticidad. Si la Biblia hubiera sido el producto de ‘editores’ como muchos críticos alegan (ver ¿Génesis fue escrito por Moisés?), hubieran modificado los escritos para hacerlos coincidir con su entendimiento. El hecho astronómico de que el ciclo día-noche necesita luz y rotación ha sido un descubrimiento reciente. Tener un ‘día’ sin el sol hubiera sido inconcebible para los antiguos.