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El Mamut — Enigma de la Edad de Hielo

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Recientemente se escucharon noticias alrededor del mundo de lo que muchos científicos esperaban fuera un mamut casi completo, encontrado en estado congelado en la Península de Taymyr al norte de Siberia.1,2 Una vez más, fascinada, la gente se pregunta: «¿Qué son exactamente los mamuts?», ¿De dónde vienen?», «¿Cuándo vivieron?», «¿Por qué se extinguieron?» y «¿Pueden ser clonados?».

¿Qué es un mamut?

Evidentemente una variedad de elefante, los mamuts pertenecen al orden mamífero Proboscidio.3 Los mamuts (género Mammuthus) tenían los usuales rasgos elefantinos de una trompa y colmillos. Los mamuts tenían una joroba grande y la esplada inclinada, orejas pequeñas y cola, dientes muy complejos, una trompa pequeña con un extremo distintivo con dos proyecciones que parecían dedos; colmillos inmensos y curvados en espiral de hasta 3.5 metros de largo (11.5 pies); y bucles espirales de pelo oscuro cubriendo un pelaje interior sedoso.4,5 Algunos eran inmensos –el mamut de Columbia medía hasta 4+ metros (14 pies) de alto hasta los hombros – del mismo tamaño que los elefantes vivos más grandes. Pero el mamut lanudo era más pequeño, y habían mamuts enanos de sólo dos metros (seis pies) de altura.5,6

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¿De dónde venían?

La respuesta a tales preguntas acerca del pasado viene de la Palabra de alguien que estaba allí – el Creador. Él reveló en el Génesis que Él creó los animales terrestres y las personas en el Sexto Día de la Semana de Creación (Génesis 1:24–27). Este pasaje enseña que Dios hizo distintas clases de animales, que se multiplicarían «según su género».

Géneros creados

Cada uno de estos géneros se podía dividir en amplias variedades cuando poblaciones pequeñas, conteniendo una fracción de la información genética original pre-existente, quedaban aisladas. Errores copiados (mutaciones) que reducen información pueden producir otras variedades. Esto no es evolución en el sentido partículas-a-gente, porque eso requiere nuevos genes con nueva información.7

¿¿Entonces qué son los ‘ géneros ’? A menudo hay problemas al cuadrar los géneros creados con los sistemas de clasificación hechos por el hombre, a menudo apoyándose en forma y tamaño, aunque el sistema fue fundado por el biólogo creacionista sueco Carl Linnaeus.8 De la Palabra de Dios inferimos que la reproducción define los «géneros». Por lo que si dos criaturas pueden cruzarse, pertenecen al mismo género. Muchos científicos definen las especies como un grupo de individuos que pueden cruzarse libremente y producir descendencia fértil. Por lo tanto los géneros bíblicos originalmente habrían sido las especies.

Pero el género puede ser puede ser más amplio que las especies modernas. Puesto que las diferentes variedades modernas pueden tener diferentes fracciones de la combinación original de genes, la descendencia que resulta de cruzar diferentes variedades (híbridos) puede ser estéril, o no sobrevivir. Por lo tanto cada género creado pudo haber sido el ancestro de varias especies de hoy.9 Pero mientras dos criaturas se puedan hibridizar con verdadera fertilización, las dos criaturas son del mismo género.10 También, si dos criaturas pueden hibridizar con la misma tercera criatura, todos son miembros del mismo género.11,12 Para ilustrar los problemas con el sistema hecho por el hombre, algunas veces miembros de diferentes «especies», y aún grupos más altos, pueden producir descendencia fértil.13 Esto significa que en realidad son la misma especie que tiene diferentes variedades, por lo tanto una especie politípica (muchos tipos).

Aplicando esto a los elefantes, el elefante africano (Loxodonta africana) y el elefante asiático (Elephas maximus) se pueden aparear y producir descendencia, aunque con corta vida.4 Por consiguiente pertenecen al mismo género creado, posiblemente aun a la misma especie, aunque el sistema creado por el hombre las llame «especies» separadas e incluso diferentes «géneros». Los mamuts son considerados más cercanos a los elefantes asiáticos que a los elefantes africanos. Así que si el mamut estuviera vivo hoy, probablemente se podría cruzar con un elefante asiático.4 Por ende todo el orden Proboscidea probablemente comprende sólo un género creado.

La Enciclopedia Británica provee un soporte inconsciente al marco bíblico.14 En una tabla de mamíferos de placenta fósiles, los proboscideanos (y todos los otros ordenes) están precedidos de líneas punteadas, indicando que no hay fósiles reales de sus supuestos ancestros evolucionistas.15 Y dice: «El orden Proboscidea ha evolucionado de ancestros desconocidos que no eran más grandes que los cerdos.» Por supuesto, si los ancestros son «desconocidos», ¡no podemos saber el tamaño que tenían, o siquiera si alguna vez existieron!

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El surgimiento y la desaparición del mamut

El Diluvio

Después de crearlos, Dios maldijo al género de los elefantes junto con «toda la creación» (Romanos 8:20–22) cuando Adán pecó. Cerca de 1,600 años después, Dios envió un diluvio global para extinguir al hombre y a todos los animales terrestres (vertebrados), aparte de los representantes de cada especie que Noé tomó en el Arca del tamaño de un trans-atlántico (Génesis 6–8). Es posible que Noé sólo haya llevado un par de proboscideanos a bordo.

Sin embargo, el género elefante ya se habría podido dividir en variedades («géneros») como los mamuts, los mastodontes, y los elefantes Africanos y Asiáticos. John Woodmorappe ha mostrado que el Arca era fácilmente lo suficientemente grande para haber llevado pares de cada género de animal vertebrado terrestre, y que esto habría provisto suficiente variación genética para dar origen a las variedades de hoy.16 Elefantes completamente crecidos (edad 25) no eran necesarios; en vez de eso, sería suficiente con llevar jóvenes de edad suficiente para aparearse al final del Diluvio (edad 8–9 para las hembras; 11–12 machos).17

El Diluvio no dejó muchos fósiles de mamíferos grandes, parcialmente porque estos tendían a hincharse y flotar, y serían destruídos por los roñadores. Muchos fósiles de mamíferos grandes que no encontramos eran probablemente producidos por catástrofes locales post-diluvianas. Un tipo de catástrofe particular involucró a los mamuts …

La Edad de Hielo

Hay fuerte evidencia de que, siguiendo al Diluvio, por un tiempo, hielo y nieve cubrieron casi toda Canadá y el norte de los Estados Unidos, Eurasia noroccidental, Groenlandia y la Antártica. Los evolucionistas creen que hubo muchas edades de hielo, pero es más probable que fueran ciclos avanzados/retardados dentro de una sola Edad de Hielo.

Los evolucionistas encuentran que la causa de la Edad de Hielo es un misterio. Obviamente el clima necesitaba ser más frío. Pero el enfriamiento global por sí mismo no es suficiente, porque entonces habría menos evaporación, por lo tanto menos nieve. ¿Cómo es posible tener clima frío y mucha evaporación al mismo tiempo?

El meteorólogo creacionista Michael Oard propuso que la Edad de Hielo [posiblemente referida en Job 37:10 y 38:22] fue una consecuencia del Diluvio de Noé.18,19 Cuando «todas las fuentes del gran abismo’ se rompieron, mucha agua caliente y lava se habrían derramado directamente a los océanos.

Esto habría calentado los océanos, incrementando la evaporación. Al mismo tiempo, gran cantidad de ceniza volcánica en el aire después del Diluvio habría bloqueado mucha de la luz solar, enfriando la tierra.

De manera que el Diluvio habría producido la combinación necesaria de grandes cantidades de evaporación de los océanos calentados y clima continental frío del ‘bloqueo solar’ de la ceniza volcánica. Esto habría resultado en una nevada incrementada sobre los continentes. Con la nieve cayendo más rápido de lo que se derretía, se habrían formado capas de hielo.

El fin de la Edad de Hielo

La formación de hielo probablemente duró varios siglos. Eventualmente, los océanos se enfriarían gradualmente, así la evaporación decrecería y, por lo tanto, el suplemento de nieve para los continentes. Y a medida que la ceniza se asentaba fuera de la atmósfera, permitiría el paso de la luz solar. Así las capas de hielo se empezaron a derretir. Algunas veces el derretimiento habría sido lo suficientemente rápido para que los ríos que drenaban estas capas de hielo se desbordaran. Estas catástrofes habrían ocurrido aproximadamente 700 años después del Diluvio.

Los Mamuts y la Edad de Hielo

En áreas peormente afectadas por la Edad de Hielo, la selección natural habría eliminado las criaturas que carecían de genes para sobrevivir en el frío. Favorecería a las criaturas con genes existentes de pelaje largo para aislamiento; y orejas pequeñas, colas y trompas (para prevenir la pérdida del calor en áreas de superficie larga). De nuevo, esto no es evolución, no genera nueva información genética.7 Sin duda, los elefantes modernos nunca desarrollaron pelo grueso incluso cuando estaban expuestos a temperaturas congelantes en la noche, durante meses,20 simplemente porque la información genética faltaba.

Los elefantes pueden multiplicarse tan rápido que la población podría doblarse cuatro veces por siglo, así que la población pudo fácilmente haber excedido el millón en los siglos de la Edad de Hielo.21 Sin embargo, la mayoría de los mamuts no han dejado huella: hay menos de 50 esqueletos conocidos de mamuts lanudos, de los cuales sólo media docena estaban completos. Pero un estimado de 50,000 colmillos se han encontrado. El hombre cazó mamuts extensivamente, e incluso lo registró en pinturas en las cavernas. Depredadores feroces como el Smilodon (tigre dientes de sable) también contribuyeron a la mortalidad.

¿Mamuts en el hielo?

Algunos han afirmado que los mamuts congelados que están bien preservados debieron haber sido congelados de golpe a -97° C (-175° F). Sin embargo, esto no es así. La mayoría de los mamuts congelados muestran señales de carroña y decaimiento. Muchos años en el hielo causaron que la carne se secara (como un guisado dejado en el congelador por años), resultando en una momia.22

Algunos mamuts congelados tenían contenidos estomacales parcialmente digeridos. Pero esto no prueba que hubo una helada corta extremadamente fría – un mamut con contenidos estomacales fue encontrado en el medio-oeste de los EE.UU., donde ni siquiera la tierra estaba congelada.23 Es posible que el mismo sistema digestivo de los elefantes explique que los contenidos estomacales estuvieran sólo digeridos parcialmente. Su gran estómago es principalmente un área de almacenamiento, con solo una pequeña desintegración de la vegetación por acción de las enzimas. Casi toda la digestión ocurre en el inmenso ciego y el intestino grueso con la ayuda de microbios que fermentan la comida.24

Un evolucionista sugiere que ellos «murieron repentinamente ahogándose o asfixiándose luego de quedar enterrados en ríos de lodo, riveras hundidas, o paredes de barranco colapsadas.»25 Oard sugiere que la inundación causada por el derretimiento del hielo al final de la Edad de Hielo pudo haber causado este tipo de catástrofes locales, y un descenso rápido en la temperatura (pero no una helada corta) explica el congelamiento.

La locación de los mamuts hace improbable que se hubieran formado durante el Diluvio de Noé. Siempre se encuentran en «estiércol» congelado cerca de la superficie a través de las latitudes medias y altas, más que todo en valles con ríos, y ocasionalmente en cuñas de hielo. A pesar de los mitos, la mayoría de los mamuts no están empacados en hielo.

El Museo Zoológico en San Petersburgo, Rusia, guarda algunos cadáveres de mamut considerablemente completos provenientes de Siberia, incluyendo el mamut Adams o Lena, ahora un esqueleto de tres metros (10 pies) de alto a la escápula (omoplato); el mamut Berezovka (o Beryozovka), que no estaba completamente desarrollado, de 2.6 m (8+ pies) a la altura del hombro; el mamut Taymyr; y el ternero de mamut de 6 a 12 meses de edad Magadán con sobrenombre «Dima».

¿Se podría clonar un mamut?

Habían grandes esperanzas con el último hallazgo de un mamut en Taymyr de que se pudiera encontrar suficiente material hereditario — ADN — para clonar un mamut. La propuesta era extraer el ADN del núcleo de una célula intacta, e implantarla en una célula huevo (estirpada de su mismo núcleo) de un elefante asiático.26

Sin embargo, un artículo reciente de New Scientist francamente afirmó «Olvídense de clonar mamuts.»27 El ADN de este mamut está tan fragmentado que la secuencia más larga sólo tiene 100 bases pares («letras»28). New Scientist dijo: «Pero están lejos de los miles de millones de bases pares necesarios para clonar. “Es como un niño de dos años tratando de armar un barco de guerra de dos mil millones de piezas de metal,” dice Greenwood [del Museo Americano de Historia Natural en Nueva York].» Incidentalmente, la extrema inestabilidad del ADN29 es actualmente un gran problema para las teorías sobre el origen de la vida partiendo de una sopa primordial.30

Un clon sería un mamut completo, pero otra idea es extraer esperma y fertilizar el óvulo de un elefante asiático y producir un híbrido. Pero esto también requiere ADN intacto, así que tampoco funcionaría.31

¿Han sobrevivido algunos mamuts hoy?

Ha habido historias de mamuts vistos en las montañas Urales Orientales y en Vladivostok en Rusia, tan recientemente como 1918.6 Mientras que estos no son verificables, hay pruebas concluyentes en video y fotografía de que algunos genes de rasgos característicos de los mamuts han sobrevivido, en algunos elefantes en Nepal.32

Conclusión

Aunque los medios utilizan los mamuts como propaganda evolucionista, estos pueden ser explicados apropiadamente por una cosmovisión bíblica. Los mamuts son una variedad del género elefante, creado en el Día 6. El género elefante fue preservado de la extinción por ser llevado en el Arca de Noé. Pero muchos de los descendientes de los animales del Arca, incluyendo los mamuts, murieron en catástrofes al final de la Edad de Hielo, cerca de 4,000 años atrás. Algunos de sus cadáveres congelados son preservados, pero su material genético no está intacto. Algunos genes de mamut han vivido en elefantes Nepaleses.

fotos /artes de los Mamuts usados con permiso. © 2000 The Discovery Channel.

Edad de Hielo

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Parte del Grand Coulee Gorge; un fozo de 80 km. de largo esculpido en roca sólida por una inundación de una sola Edad de Hielo.

Cuando el hielo se comenzó a derretir, unos 500 años después del Diluvio, grandes lagos se habrían formado. Algunas veces, estos habrían sido contenidos por represas de hielo natural por un tiempo. Pero cuando estos finalmente se rompieron, los lagos se debieron derramar. Esta agua puede tener un poder destructivo tremendo: cuando el antigüo lago Missoula en Montana (EE.UU.) rompió una represa de hielo en Idaho, 2000 km3 (500 millas cúbicas) de agua se derramaron hacia el oeste a la velocidad de un tren expreso - La Inundación Spokane. Erosionó 200 km3 (50 millas cúbicas) de sedimento y lecho de roca, tallando los elaborados Canales de Scablands al este del Estado de Washington.1 Esto incluye el Grand Coulee, un fozo de 80 km (50 millas) de largo, de una a seis millas de ancho, con paredes escarpadas que alcanzan 275 mts (900 pies) de altura, cincelado a través de basalto duro y granito[1] (mostrado a la izquierda).

Pero cuando J. Harlen Cretz propuso esta explicación para los Canales de Scablands en 1923, fue rechazada de antemano por el pensamiento anti-catastrófico en la comunidad geológica. Bretz no fue vindicado hasta casi 40 años después.[2] Hay evidencia de una catástrofe de escala similar en Siberia.[3]

Oard anota que tanta agua derretida también se derramaría en el océano. El agua salada se mantiene líquida por debajo de 0 ºC (32 ºF), y es más densa que el agua fresca. Así que si agua derretida se vertió en el océano Ártico, su tendencia sería flotar en la superficie, y congelarse. El hielo separaría el aire del océano y reflejaría la luz solar, previniendo que esta calentara la tierra (efecto albedo), porque se requiere absorción de la radiación. La nieve caería pronto, incrementando aún más el albedo.

>Los efectos sobrepasarían grandemente la pequeña cantidad de calor latente liberada cuando el agua se congeló — tanto que la temperatura en la región adyacente podría bajar 30 ºC (54 ºF) en una semana. Esto, más el viento helado, podría explicar los cadáveres de mamuts congelados y el aparente cambio repentino en el clima.[3]

Referencias

  1. Austin S., El Gran Cañón: Monumento a la Catástrofe, pp. 95–95, ICR, Santee, CA, USA, 1994.
  2. Ref. 1, pp. 46–47.
  3. Wieland C., Embistiendo la gran helada: Una entrevista con el «Sr. Hielo» del creacionismo — científico meteorológico Michael Oard, Creation 19(1):42–43, 1996.

Referencias y notas

  1. Stone, R., Hallazgo de Mamut Siberiano levanta esperanzas, preguntas, Science 286(5441):876–877, 1999. Regresar al texto.
  2. Hecht, J., Muerto y Perdido: ADN dañado por el hielo deja poco chance de un regreso del mamut, New Scientist 164(2212):11, 1999. Regresar al texto.
  3. Para más información sobre elefantes, ver Weston, P., Heard of Elephants?, Creation 21(4):28–32, 1999. Regresar al texto.
  4. Historia del Mamut, rbcml.rbcm.gov.bc.ca/discover/ds24295/mammoth.html, 16 de noviembre, 1999. Regresar al texto.
  5. Haynes, G., Mamuts, Mastodontes y Elefantes: Biología, comportamiento y el registro fósil, Cambridge University Press, Cambridge, U.K., Cap. 2, 1991. Regresar al texto.
  6. De Mastodontes, mamuts y otros gigantes del Pleistocéno, www.unmuseum.mus.pa.us/mastdon.htm, 5 de enero, 2000. Regresar al texto.
  7. Ver Sarfati, J., Refuting Evolution (Refutando la Evolución) Creation Ministries International, Capítulo 2, 2008. Regresar al texto.
  8. Lamont, A., 21 great scientists who believed the Bible, Creation Science Foundation, Queensland, Australia, pp. 48–61, 1995. Regresar al texto.
  9. Wieland C., Variation, information and the created kind (Variación, información y el género creado), Creation Ex Nihilo Technical Journal, 5(1):42–47, 1991. Regresar al texto.
  10. Marsh, F.L., Variation and Fixity in Nature, Pacific Press, Mountain View, CA, USA, p. 37, 1976. Regresar al texto.
  11. Scherer, S., Tipos Básicos de Vida, p. 197; Cap. 8 de Dembski, Wm. A., Mere Creation: Science, faith and intelligent design, Downers Grove, IL, USA, 1998. Regresar al texto.
  12. La implicación es de una vía – la hibridización es evidencia de que ellos son de la misma especie, pero no necesariamente sigue que si la hibridización no puede ocurrir entonces no son miembros del mismo género. Regresar al texto.
  13. Marsh, Ref. 10, Cap. 3, da muchos ejemplos, incluyendo Bos (verdadero ganado vacuno) y Bison (bufalo Americano), que pueden producir un híbrido fértil llamado vacalo. Bos y Bison son clasificados no sólo como diferentes «especies» pero diferentes géneros, pero en realidad son la misma especie politípica por definición común. Regresar al texto.
  14. «Mamíferos», The New Encyclopaedia Britannica 23:339–459, 15th Ed. 1992. Regresar al texto.
  15. Ref. 14, p. 352. Regresar al texto.
  16. Woodmorappe, J., Noah’s Ark: A Feasibility Study, Institute for Creation Research, El Cajon, CA, USA, 1996. Regresar al texto.
  17. Ref. 14, p. 436. Regresar al texto.
  18. Oard explica esto en su libro técnico An Ice Age Caused by the Genesis Flood (Una Edad de Hielo Causada por el Diluvio del Génesis), ICR, El Cajon, CA, USA, 1990. Él también ha mostrado que la evidencia para las supuestas «edades de hielo» Precámbrica, Ordoviciana y Permica es mejor explicada como flujos de despojos de agua subterránea, en su libro Ancient Ice Ages or Submarine Landslides?, Creation Research Society, Chino Valley, AR, USA, 1997. Oard también escribió Life in the Great Ice Age (co-autoría con Beverley Oard, Master Books, El Cajon, CA, USA, 1993), que combina una colorida novela para niños con una simplificada explicación científica. Regresar al texto.
  19. Ver también Batten, D. (Ed.), Catchpoole, D., Sarfati, J. and Wieland, C., The Creation Answers Book, cap. 16, Creation Ministries International, Queensland, Australia, 2007. Regresar al texto.
  20. Ref. 5, p. 32. Regresar al texto.
  21. ¿Cómo se forman millones de fósiles de Mamuts? Creation 21(4):56, 1999. Regresar al texto.
  22. Guthrie, R.D., Frozen Fauna of the Mammoth Steppe, University of Chicago Press, Chicago, IL, USA, 1990. Regresar al texto.
  23. Wieland C., Embistiendo la gran helada: Una entrevista con el «Sr. Hielo» del creacionismo — científico meteorológico Michael Oard, Creation 19(1):42–43, 1996. Regresar al texto.
  24. Ref. 5, pp. 58–61. Regresar al texto.
  25. Ref. 5, p. 48. Regresar al texto.
  26. Ref. 1; compare Wieland, C., Hello Dolly! Cloning and Creation, Creation 19(3):23, 1997. Regresar al texto.
  27. Ref. 1; citando Molecular Biology and Evolution 16:1466, 1999. Regresar al texto.
  28. Ver Grigg, R., Una breve historia del diseño (en inglés A brief history of design, Creation 22(2):50–53, 2000. Regresar al texto.
  29. T. Lindahl, T., Inestabilidad y decaimiento de la estructura primaria de ADN, Nature 362(6422):709–715, 1993. Regresar al texto.
  30. El ARN es aún más inestable, así que la hipótesis del mundo de ARN es también engañosa. Ver Mills, G.C. y Kenyon, D.H., El Mundo del ARN: Una Crítica, Origins and Design 17(1):9–16, 1996 (Ver en inglés). Regresar al texto.
  31. Nolch, G., Aussie arroja dudas sobre los planes de clonar mamuts, Australasian Science, p. 5, Noviembre/Diciembre 1999. Regresar al texto.
  32. Ref. 3; tras Wieland, C., «Lost world» animals – found! Creation 19(1):10–13, 1996. Regresar al texto.