Lo que hacen los humanos, pero los animales no

por David Christie y Russell Grigg
traducido por Crystal Carrillo

Si los humanos no somos animales evolucionados, entonces deberíamos poseer habilidades y características de las que carecen los animales. Aquí consideraremos seis de estos, que también son características de Dios. Son el lenguaje, la alfabetización, la música, las matemáticas, la creatividad y el dominio.

Estas características no solo nos hacen especiales, sino que también nos hacen responsables. Podemos usar estas características para glorificar a Dios o para rebelarnos contra Su voluntad, incluso para practicar “las obras del diablo” (1 Juan 3:8).

1. Idioma

Los seres humanos son la única especie con un lenguaje hablado,¹ y “no hay sociedad conocida que carezca de habla”.^2,3 El lenguaje no solo nos permite comunicarnos unos con otros y con Dios en oración, Dios lo usó para comunicarse con nosotros. La Biblia tiene muchas referencias de Dios hablando; por ejemplo, Adán y Eva (Génesis 3:9–19), Noé (Génesis 6:13–7:4), Abraham (Génesis 18:22–33), Moisés (Éxodo 3:4–4:17), Saúl (Hechos 9:4–6), y el apóstol Juan (Apocalipsis 1, 2 y 3), por nombrar solo algunos.

Los animales se comunican de varias maneras, incluso por los sonidos que hacen, la expresión facial, la exhibición de posturas, el movimiento corporal, el contacto físico y los olores, pero ningún animal es capaz de hablar frases u oraciones gramaticales.1 Sin embargo, en la Biblia hay dos ocasiones cuando los animales hablaban. En Génesis 3, la serpiente le habló a Eva. En Números 22:28–30, Dios usó a la burra de Balaam para hablarle a Balaam; este fue un milagro divino único para un propósito específico y no el hábito normal de un burro.

2. Alfabetización

Este es un subconjunto del lenguaje, y aunque no todos los humanos están alfabetizados, todos tienen la capacidad de serlo.⁴ Las culturas sofisticadas que surgieron en Mesopotamia justo después del Diluvio estaban alfabetizadas. Por supuesto, los sellos distintivos de la civilización, como la escritura y la tecnología, pueden perderse, especialmente en migraciones de rápida dispersión como las que habrían ocurrido después de la confusión lingüística en Babel.

Sabemos que Dios escribe porque le dio a Moisés los Diez Mandamientos en dos tablas de piedra “escritas con el dedo de Dios” (Éxodo 31:18). Y Dios ha escrito los nombres de todos los cristianos nacidos de nuevo en Su “libro de la vida” (Filipenses 4:3; Apocalipsis 17:8; 20:12; 21:27). También sabemos que “Toda la Escritura es inspirada por Dios…” (2 Timoteo 3:16). Dios eligió comunicarse con nosotros por medio de Su Palabra escrita, que también consagra el Evangelio en el texto de la Escritura.⁵

Ningún animal sabe leer ni escribir, por lo que ninguno utiliza la palabra escrita para comunicarse. La alfabetización es, pues, un don acorde con el hecho de haber sido hechos a imagen de Dios.

3. Música

La música es una característica verdaderamente maravillosa, tanto en nuestra creación como en nuestra apreciación de ella. Puede expresar e incluso despertar emociones como el suspenso, la felicidad, la tristeza, el humor, el amor, etc., incluso en situaciones donde las palabras serían inadecuadas. Podemos escuchar La Creación de Haydn y asombrarnos con las imágenes de la magnificencia de la creación que la música engendra en nuestra mente.

¡Dios canta! Sofonías 3:17 dice de Dios: “Él se regocijará sobre ti con un canto fuerte”. A nivel personal, Efesios 5:18–19 nos dice que “seamos llenos del Espíritu, dirigiéndonos unos a otros en salmos, himnos y canciones espirituales, cantando y haciendo melodía al Señor con todo vuestro corazón”.

¿Los animales cantan? Las ballenas, especialmente los machos jorobados, hacen sonidos llamados “canciones de ballenas”. Estos pueden ser gemidos largos, gemidos bajos, sonidos rugientes, trinos y chirridos, que parecen ser llamadas de apareamiento o llamadas de alimentación. Sin embargo, son regulares, predecibles y repetitivos, en lugar de ser individualmente creativos. Todos los machos en una población en cualquier momento hacen los mismos sonidos, dispuestos en el mismo patrón. Las ballenas dentadas parecen comunicar la misma información por medio de clics. Del mismo modo, los “cantos de pájaros” son llamadas de apareamiento específicas de la especie, o advertencias de territorio, o imitación de ruidos escuchados, como los sonidos no sensibles de la maquinaria, por ejemplo, motosierras.

4. Matemáticas

Sólo Dios y los seres humanos pueden usar y entender las matemáticas.⁶ Las dimensiones relativas que Dios le dio a Noé para el Arca (Génesis 6:15) fueron las óptimas para lograr seguridad estructural, estabilidad antivuelco y calidad de mantenimiento del mar para un barco flotante de ese tamaño en un mar tormentoso.⁷ Y ha tomado el uso de métodos matemáticos sofisticados para que los humanos desentrañaran el orden oculto que Dios construyó en los clics de los delfines.⁸ Esto les da “un sistema de sonar que es tan preciso que es la envidia de la Marina de los Estados Unidos”.⁹

Nuestro uso de las matemáticas nos permite entender mucho acerca de la creación de Dios, porque esto se comporta de acuerdo con las reglas matemáticas que Él ha establecido. Las matemáticas han permitido a los científicos comprender la estructura y el comportamiento de muchos fenómenos cósmicos, incluidas las órbitas de nuestros planetas del sistema solar, y luego calcular las trayectorias de las naves espaciales para tomar fotografías de primer plano de ellos. Permitió el desarrollo de la teoría de la relatividad y la relación entre espacio, movimiento, gravedad y tiempo. Las teorías derivadas de esto pueden explicar (de nuevo usando matemáticas) cómo en un universo relativamente joven podemos ver estrellas que están a millones de años luz de distancia.¹⁰

5. Creatividad

Si encontráramos algo tan simple como un martillo en la playa, sabríamos que lo hizo un ser humano, no un mono. Esto se debe a que, cuando los animales construyen cosas, reproducen sin cesar un diseño estereotipado, en lugar de ser creativos. Una araña en particular construye instintivamente una red de patrones constantes, y un pájaro en particular construye instintivamente un nido específico de especie, pero no se demuestra originalidad.

Los humanos no solo somos creativos, reconocemos tanto la belleza como la complejidad de la creación de Dios, por ejemplo, en una flor, una pluma, un ojo; de hecho, en tantas cosas que son parte de Su creación.

De hecho, uno de los argumentos más fuertes de que los seres vivos han sido diseñados por Dios es que muchas veces han inspirado a los diseñadores humanos. Este es el campo de vanguardia de la biomimética, es decir, el estudio de diseños y procesos en la naturaleza con el fin de imitarlos en aplicaciones prácticas.¹¹

6. Dominio

Dios dio un mandato específico a nuestros primeros padres: “Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.” (Génesis 1:28). Así se nos ha dado soberanía sobre todas las demás criaturas de la tierra.

Esto nunca se retiró como resultado de la Maldición, y se aplica incluso al estado caído de nuestro mundo, a medida que desarrollamos formas de controlar langostas, mosquitos, malas hierbas y otras plagas. También nos permite desarrollar tratamientos y curas para diversas enfermedades. Nuestro dominio incluye el control sobre bacterias y virus. Estos eran parte de la creación original de Dios (Génesis 1:31), pero después de la Caída, las mutaciones que perdieron información causaron que algunos de ellos se convirtieran en causantes de enfermedades.¹² Dios también nos ha confiado el dominio sobre nuestro medio ambiente (Salmo 8:6–8) y somos responsables ante Él por cómo lo manejamos.¹³

Dios le dio a Adán dominio sobre todos los árboles del Jardín del Edén, excepto el árbol del conocimiento del bien y del mal (Génesis 2:15–17) y el árbol de la vida (Génesis 3:22–24). Cuando Adán y Eva comieron del fruto prohibido, perdieron su inocencia y se volvieron conscientes por experiencia del mal, el sufrimiento y la muerte. Estos entraron en el mundo perfecto de Dios porque nuestros primeros padres optaron por rebelarse.

Lo que esto significa para nosotros

Dios, que es “santo” (1 Pedro 1:15–16), “verdadero” (Jeremías 10:10), “bueno” (Salmo 145:9) y “tiene hermosura” (Salmo 27:4), creó al hombre para Su gloria (Isaías 43:7). Así, creados, no evolucionados, podemos reflejar santidad, verdad, bondad y belleza en nuestro idioma, literatura, música, matemáticas, creatividad y dominio, y así cumplir el propósito por el cual Dios nos creó. O podemos rebelarnos. Es cierto que todos nos hemos rebelado, pero podemos convertirnos en nuevas criaturas en Cristo (2 Corintios 5:17; Efesios 4:24) a través del arrepentimiento y la fe en la muerte y resurrección de Cristo por nosotros.