Explore
Also Available in:

‘No es ciencia

por Don Batten, Ph.D.
traducido por El Desafio periódico

equivocation-cartoon-spanish-400px

Los anti-creacionistas, como los ateos por definición, comúnmente objetan que la creación es religión y la evolución es ciencia. Para defender esta afirmación ellos citan una lista de criterios que definen una ‘buena teoría científica’. Un criterio común es que la mayoría de los científicos practicantes modernos hoy día deben aceptar la teoría propuesta como ciencia válida. Otro criterio que define lo que es ciencia es la habilidad de una teoría para hacer predicciones que puedan ser evaluadas. Los evolucionistas generalmente afirman que la evolución hace muchas predicciones que han sido comprobadas. Ellos citan ejemplos como la resistencia a los antibióticos en bacterias como una clase de ‘predicción’ de la evolución, mientras que cuestionan el valor del modelo creacionista al hacer predicciones. Puesto que según ellos, la creación no cumple con su definición de ‘ciencia’, es por lo tanto una ‘religión’, e implícitamente puede ser simplemente ignorada.

Respuesta

Muchas definiciones de la ‘ciencia’ son circulares. Cuando se dice que una teoría debe ser aceptable para los científicos contemporáneos, básicamente se define la ciencia como ¡‘lo que los científicos hacen’! De hecho, bajo esta definición, las teorías económicas serían teoría científicas aceptables, si los ‘científicos contemporáneos’ las aceptaran como tales.

En muchos casos, estas supuestas definiciones de ciencia son abiertamente dadas por intereses propios y son contradictorias. Varios propagandistas de la evolución han dicho que la creación no es científica porque supuestamente no se puede someter a prueba. Pero en el mismo párrafo dicen, ‘los científicos han examinado cuidadosamente las argumentaciones de la ciencia creacionista, y han encontrado que ideas como las de la Tierra joven y el Diluvio son incompatibles con la evidencia.’ Pero obviamente la creación no puede haber sido examinada (¡puesta a prueba!) y ser hallada falsa si ‘no se puede someter a prueba’.

La definición de ‘ciencia’ obsesionó a los filósofos de la ciencia en el siglo XX. Bacon, definió el método científico de la siguiente manera:

observación → inducción → hipótesis → probar la hipótesis por experimentos → demostración/refutación → conocimiento.

Por supuesto que esto y cualquier definición de la ciencia moderna, depende de dos principios: causalidad e inducción. El filósofo Hume aclaró que estas son creídas por una ‘fe ciega’ (en palabras de Bertrand Russell). Kant y Whitehead dijeron haber solucionado el problema, pero Russell reconoció que Hume tenía la razón. En realidad, estas suposiciones surgen de la fe en el Dios creador de la Biblia, como los historiadores de la ciencia como Loren Eiseley1 lo han reconocido. Muchos científicos son tan ignorantes filosófica y teológicamente que ni siquiera se dan cuenta de que ellos mismos tienen estas (y otras) suposiciones metafísicas. Como una rana en el agua caliente, muchos ni siquiera notan que existen suposiciones filosóficas en la raíz de mucho de lo que se hace pasar como ‘ciencia’. Es parte de su propia cosmovisión, así que ni siquiera lo notan. En CMI honestamente aceptamos la revelación de la Biblia. Reconocemos que una filosofía de vida no proviene de los datos, sino que por el contrario, la filosofía es traída a los datos y usada para interpretarlos.

Percepciones y Prejuicios

La pregunta importante no es ‘¿Es ciencia?’ Podríamos simplemente definir ‘ciencia’ de tal manera que excluya todo lo que no nos gusta, como muchos. Hoy, la ciencia es equivalente al naturalismo: sólo las nociones materialistas pueden ser consideradas, no importa lo que diga la evidencia. El prominente evolucionista Profesor Richard Lewontin dijo:

‘Nos ponemos del lado de la ciencia a pesar de lo extremadamente absurdo de algunos de sus conceptos, a pesar de su fracaso en cumplir muchas de sus extravagantes promesas de vida y salud, a pesar de la tolerancia de la comunidad científica a historias especulativas sin fundamento, porque tenemos un compromiso anterior, un compromiso con el materialismo. No es que los métodos y las instituciones de ciencia nos obliguen a aceptar una explicación materialista del mundo fenomenológico, sino, por el contrario, que nosotros estamos forzados por nuestra adherencia a priori a las causas materialistas para crear un aparato de investigación y una serie de conceptos que producen explicaciones materialistas sin importar qué tanto vayan en contra de la intuición, no importa qué tan místicas sean para el que no ha sido iniciado. Más allá de eso, el materialismo es un absoluto, pues no podemos dejar que un pie divino cruce la puerta.’2

Eso es tener la mente abierta ¿cierto? ¿No trata la ‘ciencia’ de seguir la evidencia a donde sea que lleve? Aquí es donde la religión (en el sentido más amplio) del científico enciende el semáforo. Nuestras formas individuales de ver el mundo llenan nuestras percepciones de prejuicios. El paleontólogo ateo, Stephen Jay Gould, hizo la siguiente observación cándida:

‘Nuestras formas de aprender sobre el mundo están fuertemente influenciadas por las preconcepciones sociales y los modos de pensamiento que cada científico debe aplicar a cualquier problema están prejuiciados. El estereotipo de un ‘método científico’ completamente racional y objetivo, con científicos individuales como robots lógicos (e intercambiables) es mitología interesada.’3

Entonces la pregunta fundamentalmente importante es, ‘¿cuál es la cosmovisión correcta?’, porque esto determinará si las conclusiones extraídas de los datos son correctas.

La ciencia es una invención creacionista

Por supuesto que los fundadores de la ciencia moderna no eran materialistas (Newton, ampliamente considerado como el científico más grande que haya existido, es un excelente ejemplo) y no veían su ciencia como algo que de alguna manera excluyera a un creador, o incluso hiciera redundante al Creador. Esta reciente noción ha sido introducida de contrabando en la ciencia por los materialistas.

Michael Ruse, el filósofo de la ciencia canadiense también señaló arduamente que el asunto no es si la evolución es ciencia y la creación es religión, porque tal distinción no es realmente válida. El asunto de ‘coherencia de la verdad’. Vea La Evolución es Religión — no Ciencia. En otras palabras, no hay una forma lógicamente válida para que el materialista pueda definir la evolución como ‘ciencia’ y la creación como ‘religión’, de manera que él/ella pueda ignorar el asunto de la creación.

Una distinción válida

Sin embargo, podemos hacer una distinción válida entre diferentes tipos de ciencia: la distinción entre la ciencia de los orígenes y la ciencia operacional. La ciencia operacional involucra descubrir cómo opera en la creación el día de hoy–fenómenos observables y repetibles en el presente. Esta es la ciencia de Newton. Sin embargo, la ciencia de los orígenes trata con el origen de las cosas en el pasado–eventos únicos, irrepetibles, no observables. Hay una diferencia fundamental entre cómo trabaja cada una. La ciencia operacional involucra experimentación en el aquí y en el ahora. La ciencia de los orígenes busca cómo algo llegó a existir en el pasado y entonces no está abierto a verificación experimental o a observación (a menos que alguien invente una ‘máquina del tiempo’ para viajar al pasado a observar). Estudiar cómo opera un organismo (ADN, mutaciones, reproducción, selección natural, etc.) no nos dice cómo llegó a existir éste en primer lugar.

science-operational-historical-spanish-300px

Por supuesto que a los materialistas les conviene confundir la ciencia operacional y la de los orígenes, aunque estoy seguro que la mayoría de la confusión es resultado de la ignorancia. Generalmente los cursos de ciencia en escuelas superiores (universidad) no enseñan la filosofía de la ciencia y con no hacen la distinción entre las ciencia experimental/operacional e histórica/y de los orígenes. El químico Dr. Stephen Grocott, aunque había pasado por lo menos siete años de educación universitaria, dijo recientemente [vea The Creation Couple (Inglés:)]:

‘Aunque había estado trabajando como científico por 10 años, en realidad sólo aprendí lo que era la ciencia a través de Respuestas en Génesis. Algunas de las cosas que la gente llama ‘ciencia’ en realidad están fuera del ámbito de la ciencia; no son observables, evaluables, o/ni repetibles. Las áreas de conflicto son creencias acerca del pasado, que no están abiertas a una prueba experimental.

Tanto la evolución como la creación caen en la categoría de ciencias de los orígenes. Ambas son manejadas por consideraciones filosóficas. Los mismos datos (observaciones en el presente) están disponibles para cada quien, pero diferentes interpretaciones (historias) son ingeniadas para explicar lo que ocurrió en el pasado.

La inclusión de la ciencia histórica, sin distinción, como ciencia, ha contribuido sin duda a la confusión moderna sobre la definición de ciencia. Esto también explica la afirmación hecha por Gould (arriba), quien, como paleontólogo, le gustaría que no hubiera distinción entre su propia ciencia histórica y la ciencia experimental. Gould correctamente ve la importancia suprema de las presuposiciones en su propia ‘ciencia’ y asume que se aplica igualmente para toda la ciencia. Lo cual no es así.

¿Cree usted en el agua caliente?

Los creacionistas no tienen absolutamente ningún problema con la ciencia operacional, porque la evidencia conduce la ciencia operacional. No importa si usted es cristiano, musulmán, hindú, o ateo, el agua pura sigue hirviendo a 100°C a nivel del mar (aunque el hindú crea que todo es una ilusión, y algunos ateos que abracen el postmodernismo que dice que la ‘verdad’ es una ilusión). Por el contrario la ciencia de los orígenes es dirigida por la filosofía. El sistema propio de creencia es fundamental para determinar qué historias acepta uno como plausibles. Ahora si la mayoría de practicantes de la ciencia de los orígenes / ciencia histórica tienen el sistema de creencia equivocado (materialismo), entonces las historias que ellos encuentran aceptables también serán erróneas. Así que el voto mayoritario de ‘científicos contemporáneos’ difícilmente es una buena forma para determinar la validez de las historias respectivas. Y la ciencia de los orígenes, o ciencia histórica, es esencialmente un ejercicio de contar historias—Lewontin aludió a este ejercicio en la cita arriba. Vea también Naturalismo (Inglés)

¡Defina los términos consistentemente!

A los materialistas les conviene adaptar la definición de evolución cuando convenga al argumento. Por lo tanto aclaramos que estamos discutiendo la ‘Teoría General de la Evolución’ (TGE), que fue definida por el evolucionista Kerkut como ‘la teoría que dice que todas las formas vivas en el mundo han surgido de una sola fuente que a su vez vino de una forma inorgánica.’4 Muchos, quizá inadvertidamente, llevan acabo este truco de intercambiar definiciones al decir que las mutaciones en las bacterias corroboran la ‘evolución’. Esto tiene poco que ver con la creencia en que el hidrógeno se convirtió en humanos durante miles de millones de años. La diferencia clave es que la TGE requiere no sólo cambio, sino cambio que incremente el contenido de información de la biosfera. Vea también Definiciones (Inglés).

¿Predicciones o ‘postdicciones’?

Muchos evolucionistas ofrecen las mutaciones y la resistencia a los antibióticos en bacterias (ciencia operacional) como una clase de predicción de la evolución (ciencia de los orígenes). De hecho, la genética (ciencia operacional) fue un aprieto para la evolución, que es probablemente la razón principal por la que la investigación pionera de Mendel en genética paso muchos años sin ser reconocida (el descubrimiento de Mendel de genes diferenciados no encajaba con la idea de Darwin de variación continua e ilimitada). Cuando las mutaciones fueron descubiertas, éstas fueron vistas como una forma de reconciliar el Darwinismo con las observaciones de la ciencia operacional—de allí la síntesis neo-Darwinista de Mayr, Haldane, Fisher, etc.

Entonces, el Darwinismo nunca predijo nada, fue modificado para acomodarse a las observaciones. De hecho, debido a que el Darwinismo es tan maleable para acomodarse a casi cualquier observación concebible, el filósofo de la ciencia Karl Popper proclamó que no era falsificable, y por lo tanto no era una teoría científica apropiada en ese sentido.

¿Qué de las predicciones de la evolución versus la creación? El registro del sendero de la evolución es bastante deprimente. En muchas maneras, la evolución le hace daño a la ciencia. Por otro lado, la ciencia moderna cabalga sobre los logros de los creacionistas del pasado. Para un ejemplo claro de predicciones científicas actuales con base en el modelo creacionista, vea la entrevista con el Dr Russell Humphreys.

La noción de Popper de que la evolución no es una teoría científica falsificable es subrayada por muchas ‘predicciones’ de la teoría evolucionista que se han hallado ser incompatibles con las observaciones; y aún así la evolución reina. Por ejemplo, está la profunda ausencia de los millones de fósiles de transición que deberían existir si la evolución fuera verdad. El mismo patrón en el registro fósil contradice rotundamente las nociones evolucionistas de cómo debería ser. El evolucionista Gould ha escrito extensamente sobre este enigma.

Contrario a las expectativas evolucionistas, ninguno de los casos de resistencia a los antibióticos, resistencia a los insecticidas, etc. que han sido estudiados al nivel bioquímico (eso es, ciencia operacional) ha involucrado de novo el origen de nueva información genética compleja. De hecho, la evolución nunca ‘predijo’ la resistencia a los antibióticos, porque históricamente eso tomó al campo médico por sorpresa.

Contrario a las expectativas evolucionistas, los experimentos de apareamiento alcanzan límites; el cambio no es ilimitado. Esto encaja exactamente con lo que esperaríamos de Génesis 1, donde dice que Dios creó organismos para reproducirse a través de sus diferentes tipos.

Los evolucionistas esperaban que, dadas las condiciones correctas, una célula viva se pudiera hacer a sí misma (abiogénesis); los creacionistas dijeron que eso era imposible. La ciencia operacional ha destruido esa noción evolucionista; tanto que ahora muchos evolucionistas quieren ahora dejar el origen de la vida fuera del debate. Muchos propagandistas dicen que la evolución no incluye esto, aunque las teorías de la abiogénesis a menudo son llamadas ‘evolución química’.

Falsificada pero no abandonada

Entonces, ¿por qué los evolucionistas persisten con la teoría falsa? Para muchos es debido a que nunca han escuchado nada más. Para los materialistas declarados es el ‘único juego en la ciudad’–la única historia materialista disponible para explicar cómo todo llegó a ser; el mito de creación del materialista. Es un poco como la avestruz del proverbio que pone su cabeza en la arena, pensando que todo lo que existe es lo que puede ver bajo la arena. La cosmovisión del avestruz excluye todo lo que no encuentra conveniente. En la oscuridad de la arena, todos los hechos inaceptables dejan de existir.

¡Luz en la oscuridad!

Jesucristo vino a esparcir la luz de Dios en lugares oscuros (Juan 8:12). La mayor oscuridad es vivir sin Dios; vivir como si fuera un accidente cósmico, sólo ‘basura química organizada’, como un evolucionista lo puso. Tristemente, muchos están siendo engañados para que piensen de esa manera y estamos viendo las consecuencias horrendas en el creciente suicidio juvenil, drogadicción, desintegración familiar, violencia, etc. ¡Cuánto necesitamos la luz de Jesús para brillar! Dios nos pedirá cuentas a cada uno—todos merecemos su condenación. Pero la Biblia dice que Él ha provista una vía de escape a través de Jesucristo para todos los que se vuelvan a Dios, admitiendo humildemente nuestra necesidad de perdón.

Referencias

  1. ‘La filosofía de la ciencia experimental … comenzó sus descubrimientos e hizo uso de sus métodos en la fe, no en el conocimiento, de que estaba tratando con un universo racional controlado por un creador que no actuaba sobre él ni interfería con las fuerzas que Él había puesto en operación… Es ciertamente una de las curiosas paradojas de la historia que la ciencia, que profesionalmente tiene poco que ver con la fe, le deba sus orígenes a un acto de fe en que el universo puede ser interpretado racionalmente, y que la ciencia hoy se mantiene por esa asunción.’
    Loren Eiseley: El Siglo de Darwin: La Evolución y los hombres que la descubrieron, 1961. Regresar al texto
  2. Richard Lewontin, ‘Billions and billions of demons’, The New York Review, 9 de enero, 1997, p. 31. Regresar al texto
  3. Stephen Jay Gould, 1994, Natural History 103(2):14. Regresar al texto
  4. Kerkut, G. Implicaciones de la Evolución, Pergamon, Oxford, Reino Unido, p. 157, 1960. Regresar al texto