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¿El Último Super Colmillo?

por David Catchpoole
traducido por Crystal Carrillo

dibujo por Sara Speranzalast-supertusker

El fotógrafo de vida silvestre Will Burrard-Lucas recuerda que estaba tan emocionado que se quedó “sin palabras” cuando capturó sus imágenes en un pozo de agua en Kenia.1

“Si no la hubiera mirado con mis propios ojos, no habría creído que un elefante así podría existir en nuestro mundo”.

Se refería a una elefanta anciana que las autoridades de vida silvestre habían identificado y conocido durante mucho tiempo como F_MU1. Sin embargo, Burrard-Lucas prefirió otorgarle un identificador más majestuoso. “Si hubiera una reina de los elefantes, seguramente habría sido ella.” Se dice que deambuló por las llanuras de Tsavo, Kenia, durante más de 60 años. Burrard-Lucas pudo capturar sus fotos poco antes de morir por causas naturales.

“Sus colmillos eran tan largos que arañaban el suelo frente a ella. Era como una reliquia de una era pasada”, dijo.

‘Antes’ es un descriptor adecuado, o casi, de todos modos. Según el Dr. Mark Jones de la organización benéfica de vida silvestre Born Free:

Los súper colmillos son muy raros en estos días, precisamente porque sus grandes colmillos los convierten en objetivos principales para los cazadores de trofeos. Debido a que estos animales son eliminados con demasiada frecuencia antes de que hayan alcanzado su mejor momento reproductivo, los genes de los súper colmillos se están eliminando de las poblaciones de elefantes, y es muy posible que estemos viendo el último de ellos.

De hecho, una vez que los genes de los grandes colmillos se pierdan en la población, parece que se han ido para siempre. Los cazadores de trofeos están teniendo impactos similares en el tamaño de las astas de los alces y en los cuernos del borrego cimarrón salvaje.2 La matanza selectiva de miembros de la manada con colmillos, astas y cuernos dignos de trofeos es esencialmente una versión impuesta artificialmente de la ‘selección natural’. Las poblaciones resultantes con un arsenal de cabeza de tamaño pequeño, en elefantes, incluso con una tendencia a la falta total de colmillos3—está en línea con el relato histórico de la Creación/Caída de la Biblia. De ninguna manera se ajusta a la narrativa evolutiva de que la escoria del estanque se convirtió en paquidermos (sin importar cuánto tiempo se invoque). Eso es porque ni la selección ‘artificial’ ni la ‘natural’ pueden generar ninguna información genética nueva. La selección (ya sea artificial o natural) sólo puede operar (es decir, eliminar) información genética que ya existe. Los evolucionistas invocan errores genéticos (mutaciones) para producir mágicamente la novedad genética siempre que la evolución lo requiera. Pero la realidad muestra que tales accidentes aleatorios son irremediablemente inadecuados para la tarea. De hecho, al menos en algunos elefantes, la falta de colmillos se ha atribuido a “una mutación genética fortuita”.4 En general, las mutaciones contribuyen a la disminución, no a la mejora.5 Esto es cierto incluso si la disminución (pérdida de información) es ventajosa, como la falta de colmillos en una población de elefantes cazados. La razón por la que los genes de los super colmillos existieron no fue por evolución, sino por creación.

Entonces, adiós super colmillos, adiós a los genes de los super colmillos.

Referencias y notas

  1. Last photos of Kenya’s ‘elephant queen’, bbc.co.uk, 12 Mar 2019. Regresar al texto.
  2. Bighorn horns not so big, Creation 32(4):12–13, 2010; creation.com/bighorn. Regresar al texto.
  3. Catchpoole, D., Why the elephant is losing its tusks (and it’s not evolution!), Creation 37(1):21, 2015; creation.com/elephant-tusks. Regresar al texto.
  4. Elephants ‘ditch tusks’ to survive, news.bbc.co.uk, 25 Sep 1998. Regresar al texto.
  5. Williams, A., Mutations: evolution’s engine becomes evolution’s end, J. Creation 22(2):60–66, 2008; creation.com/evolutions-end. Regresar al texto.

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