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Las aves de Galápagos

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traducido por Antorcha Ministerios Educativos (lemperu.com)

publicado Creación tomo #2 páginas 20–23
Foto por Steve MurrayBlue-footed booby

Este año (2009) es el bicentenario del nacimiento de Charles Darwin (1809–1882), más conocido por su libro El origen de las especies por medio de la selección natural, o la preservación de las razas favorecidas en la lucha por la vida (1859). Muchas de sus ideas provinieron de su viaje en el barco HMS Beagle (1831–1836), y en particular su estadía de un mes en 1835 en el intrigante archipiélago de Colón, mejor conocido como las Islas Galápagos, a 972 Km (604 millas), al oeste de Ecuador.

La extraña variedad de criaturas en estas islas fascinaron a Darwin, especialmente las gigantes tortugas de las cuales derivan su nombre (de la palabra antigua española “galápago” – silla de montar, al modo del caparazón de las tortugas gigantes de las Galápagos). Sin embargo, las criaturas que supuestamente proporcionaron la inspiración para las ideas evolucionistas de Darwin, y la supuesta refutación de la creación, fueron las variedades de aves.

Las alas del cormorán ya no son útiles para volar, pero pueden nadar y zambullirse mejor para coger la presa, que sus primos que todavía pueden volar.

Las aves de las Islas Galápagos manifiestan una adaptación asombrosa a su entorno, y proveen algunos ejemplos excelentes de la habilidad de los animales de adaptarse a las condiciones cambiantes. Las alas del cormorán ya no son útiles para volar, pero pueden nadar y zambullirse mejor para coger la presa, que sus primos que todavía pueden volar. Los pájaros bobos de pata azul, pata roja y los enmascarados demuestran una variedad de comportamientos y aspectos que pueden desarrollarse dentro del mismo género. Las 13 especies de los pinzones de las islas Galápagos tienen varios tamaños de picos para poder comer diferentes comidas y aún exhibir nuevos comportamientos.1

Pero, ¿son algunas de estas variaciones ejemplos de la evolución? Y ¿cómo los explica el modelo bíblico?

Los cormoranes no voladores

Foto iStockphotoFlightless cormorant

Los cormoranes que no vuelan es la única especie sin esta capacidad, además el único tipo de cormoranes que vive en las Galápagos. Aún ha sido clasificado como un género diferente; es el género Nannopterum, mientras todos los demás cormoranes pertenecen al género Phalacrocorax. Los cambios que este cormorán experimentó son similares a los de otros pájaros no voladores; la quilla del esternón que apoya los músculos usados para volar es mucho más pequeño, y sus piernas son más fuertes que las de otros cormoranes. Sin la necesidad de usar sus alas para volar, estas degeneraron en maneras que no habría pasado con los pájaros que vuelan. Por ejemplo, sus plumas son más suaves y más parecidas a pelos, al igual que las plumas de los otros pájaros que no vuelan.2

Puesto que los cormoranes no pudieron haber nadado desde el continente a las islas (nunca se alejan más de 100 m (330 pies) de la costa mientras pescan), ¿cómo surgieron? Darwin propuso que se desarrollaron a partir de los otros cormoranes que habían volado a la isla, cuyos descendientes habían perdido esta habilidad. Ahora nos damos cuenta que esta pérdida ocurrió a través de una mutación, o un error genético en el copiado. Normalmente tal mutación sería dañina para una especie de aves, pero puede que fuera una ventaja para los cormoranes de esa isla en particular.3

Foto iStockphotoMasked booby

Esto sería similar al caso de los escarabajos no voladores en las islas ventosas que son más aptos de sobrevivir, que aquellos que pueden volar pues serían llevados por el viento.4 O bien, puede ser sencillamente un ejemplo de la presión selectiva reducida—en la ausencia de los depredadores del continente y la presencia de una plenitud de comida en el mar, una pérdida de vuelo sería una desventaja menos seria, algo así como las criaturas de las cuevas que pierden su vista a través de las generaciones.5 Sin embargo, esto no sería un ejemplo de la evolución; la mutación que causó que el cormorán no volador perdiera su capacidad de volar es un ejemplo de la pérdida de la información genética. La evolución de “partículas a personas” requeriría cambios que resulten en nueva información genética.

Los pájaros bobo

El nombre “bobo” es prestado de la palabra usada para payaso o “burro”, puesto que tiene un baile inusual y también su costumbre ingenua de posarse en los barcos, lo que les significaba podrían ser capturados fácilmente.6 Los bobos tienen ojos que se dirigen hacia donde apuntan que les facilita una visión estereoscópica (percepción de la profundidad), y atrapar los peces zambulléndose espectacularmente desde una gran altura, y atravesando al agua a 100 km/h (60 mph). Es fácil diferenciar entre los machos y las hembras por sus sonidos: los machos hacen un silbido ronco y las hembras croan.7 Incuban sus huevos al calentarlos con sus pies, que tienen un mayor suministro de sangre, y los polluelos se mantienen calientes al pararse sobre las patas de sus padres durante el primer mes.

Foto por Steve Murray14493-diving-bird

Hay tres variedades en las Galápagos: los bobos de pata azul, pata roja y los enmascarados. Son todos miembros de la misma familia y no son solamente diferentes en apariencia sino también respecto al comportamiento. Los bobos de pata azul y pata roja se reproducen todo el año, mientras el bobo enmascarado tiene un ciclo de aparearse que difiere de una isla a otra. Todos atrapan los peces de una manera similar, pero en diferentes áreas— el bobo de pata azul pesca cerca de la costa, mientras el bobo enmascarado se aleja un poco más de la tierra y el bobo de pata roja pesca a más grandes distancias de la costa. También tienen diferentes ámbitos de anidación. El bobo de pata azul anida en las rocas cerca de la costa, el bobo enmascarado anida en los altos precipicios y el bobo de pata roja anida en los árboles. Debido a las diferencias en los sitios de anidar y pescar hay muy poca competencia entre las tres especies.6,7

Los colores brillantes del pie se deben a los pigmentos (carotenoide amarillo, como el que causa el anaranjado de la zanahoria) y a la estructura (fibras de colágeno, un poco debajo de la piel). Las diferentes apariencias son nada más que las variedades originales dentro de un género. Es probable que funcionen como señales precopulatorias para atraer a una pareja de comportamiento similar. También, la intensidad del color de la pata del macho cambia rápidamente, conforme a su estado de salud, un indicador útil para las hembras que buscan una pareja.8

14493-Spanish-beaks
La clasificación de genes preexistentes podría producir diferentes formas de picos; después, la selección natural eliminaría la información encargada de crear los picos delgados.

Los pinzones de Darwin

Los pinzones de las Galápagos son más famosos que las otras dos familias de aves, y están comúnmente citados como un excelente ejemplo de la evolución; de hecho, el ejemplo que alegadamente inspiró la teoría de Darwin. Darwin postuló que todas las variedades de los pinzones con diversidades de picos adaptados para acomodarse a las diferentes fuentes de comida, descendieron todos del mismo tipo de pinzón y que las diferentes variedades que existen surgieron durante los años siguientes.9

la selección natural fue descubierta por los creacionistas antes que Darwin

Esta idea es razonable. Suponemos que algunos pinzones con información genética para una gran variedad de picos vinieron a las islas durante una tempestad, y que algunos estuvieron en una isla donde la fuente principal de comida fueron las semillas con capas duras. Los pájaros con genes para picos gruesos y fuertes podían lidiar con ellas más fácilmente, así que serían mejor alimentados y, por lo tanto, los más probables a sobrevivir. Por otro lado los pájaros en una isla con pocas semillas pero con muchas larvas sobrevivirían mejor con picos más largos y delgados para empujarlos más profundamente en el suelo y extraer su presa.

De hecho esto es un ejemplo de adaptación y selección natural. Pero, debe notar que todo esto actualmente remueve algunos genes de las poblaciones—en las islas con abundantes semillas y pocas larvas, la información para picos largos y delgados se habrían perdido; por otro lado en las islas con cuantiosas larvas y pocas semillas (vea el diagrama a la derecha) la información para picos gruesos y fuertes sería perdida. Así que, este cambio está en sentido contrario al de la evolución de partículas a personas, que requiere nuevos genes con nueva información.10 Casi no se puede exagerar que la selección natural no es la evolución;11 de hecho, la selección natural fue descubierta por los creacionistas antes que Darwin,12 y es actualmente una parte importante del modelo bíblico de la creación.

El darwinsmo supera al creacionismo conformista, pero pierde ante el creacionismo bíblico

Foto iStockphotoRed footed booby

Una frase de un libro propagandista evolucionista de la US National Academy of Sciences es típico:

“Darwin no podía explicar las observaciones a través del punto de vista prevaleciente, que cada especie había sido creada independientemente, con las especies que estuvieron mejor adaptadas a cada ámbito en particular del mundo siendo creadas cada una en ese mismo sitio.13

Sin embargo, ese no era el punto de vista bíblico, más bien, es un punto de vista parecido al de Hugh Ross y otros.14 Esto fue el resultado de la previa capitulación a los millones de años, debido en parte a un rechazo a priori del Diluvio bíblico.15 Según el modelo bíblico, el Diluvio destruyó toda la tierra, que fue repoblada con los animales que se dispersaron del Arca en las montañas de Ararat. Así que, los creacionistas esperarían que los animales en las Islas Galápagos hubieran llegado al continente de Sud América, y esperarían que estas criaturas fueran variedades de los del continente.

También los creacionistas bíblicos pronosticarían la formación rápida de nuevas variedades y aún especies. Esto se deriva del hecho que muchas variedades de los vertebrados terrestres deberían haber descendido de, comparativamente, pocos animales que desembarcaron del Arca hace sólo 4,500 años. En contraste, Darwin pensó que tal proceso tomaría un gran plazo de tiempo. Sin embargo, un estudio realizado por un zoólogo por 18 años, Peter Grant, indicó que la variación fue suficientemente rápida para que una nueva especie surgiera en sólo 200 años,16 prestando apoyo involuntario para el modelo bíblico de la Creación.17,18 Y a veces la variación parece ser cíclica—aunque una sequía resultó en un incremento en el tamaño del pico, el cambio fue anulado cuando vinieron las lluvias. Así que, esto se ajusta más a una adaptación inherente a las varias condiciones climáticas en lugar de la evolución darwiniana.

Así que, las concesiones con los millones de años no fue solamente una contemporización que permitió que Darwin menospreciara aún más la autoridad bíblica, sino también impidió el desarrollo de modelos coherentes.19

Resumen

  • Las aves de las islas Galápagos demuestran una variedad asombrosa.
  • Una parte de la variedad se debe a la pérdida de información a través de las mutaciones y la selección natural.
  • Las concesiones con los millones de años de parte de los cristianos presentó un blanco fácil para Darwin, e impidió el desarrollo de un modelo creacionista creíble.

Referencias y notas

  1. Por ejemplo, aún hay un pinzón ‘vampiro’—usa su pico afilado para pinchar la piel de los bobos y luego bebe la sangre a lengüetadas. Catchpoole, D., Vampire finches of the Galápagos, Creation 29(3):52–55, 2007; creation.com/vampirefinch. Regresar al texto.
  2. Cormorán no volador, people.rit.edu/rhrsbi/GalapagosPages/Cor morant.html, 21 Octubre 2008. Regresar al texto.
  3. Wieland, C., Darwin’s Eden, Creation 27(3):10–15, 2005; creation.com/darwin_eden. Regresar al texto.
  4. Wieland, C., Beetle bloopers: even a defect can be an advantage sometimes, Creation 19(3):30, 1997; creation.com/beetle. Regresar al texto.
  5. Wieland, C.,  Let the blind see breeding blind fish with blind fish restores sight, Creation 30(4): 54–55, 2008; Sarfati, J., Christopher Hitchens blind to salamander reality, creation.com/hitchens, 26 Julio 2008. Regresar al texto.
  6. Los bobos de pata azul, www.geo.cornell.edu/geology/GalapagosWWW/BlueFoot.html, Cornell University, 21 Octubre 2008. Regresar al texto.
  7. Boobies, people.rit.edu/rhrsbi/Galapagos Pages/Boobies.html, 21 Octubre 2008. Regresar al texto.
  8. Al menos en el caso del bobo de pata azul—vea Velando, A., Beamonte-Barrientos, R. y Torres, R., Pigment-based skin colour in the blue-footed booby: an honest signal of current condition used by females to adjust reproductive investment, Oecologia 149(3):535–542, 2006. Regresar al texto.
  9. Cromie, W., How Darwin’s finches got their beaks, Harvard Gazette, www.news.harvard.edu/gazette/2006/08.24/31-finches.html, 24 Agosto 2006. Regresar al texto.
  10. Wieland, C., ¡Que sale el tren de la evolución! (Pero sale en dirección equivocada), Creation 24(2):16–19, 2002; creation.com/train. Regresar al texto.
  11. Wieland, C., Muddy waters: clarifying the confusion about natural selection, Creation 23(3):26–29, 2001; creation.com/muddy. Regresar al texto.
  12. Grigg, R., Darwin’s illegitimate brainchild, Creation 26(2):39–41, 2004; creation.com/brainchild. Regresar al texto.
  13. Enseñando sobre la Evolución y la Naturaleza de la Ciencia, National Academy of Sciences, Washington DC, EE.UU. 1998. Regresar al texto.
  14. Vea Sarfati, J., Refuting Compromise: A biblical and scientific refutation of progressive creationism (billions of years) as popularized by astronomer Hugh Ross, Master Books, Arkansas, EE.UU., 2004. Regresar al texto.
  15. Vea Mortenson, T., The Great Turning Point: The Church’s catastrophic mistake on geology—before Darwin, Master Books, Arkansas, EE.UU., 2004. Regresar al texto.
  16. Grant, P.R., Natural selection and Darwin’s finches, Scientific American 265(4):60–65, Octubre 1991. Regresar al texto.
  17. Wieland, C., Darwin’s finches: Evidence supporting rapid post-Flood adaptation, Creation 14(3):22–23, 1992; creation.com/finches. Regresar al texto.
  18. Wieland, C., Reseña del libro por J. Weiner’s: The Beak of the Finch: Evolution in Real Time, Journal of Creation 9(1):21–24, 1995; creation.com/beak_finch. Regresar al texto.
  19. Sarfati, J.,  Chamberlain and the Church, Creation 30(4):42–44, 2008; creation.com/chamberlain. Regresar al texto.