La ilusión de millones de años

por Gordon Howard
traducido por Crystal Carrillo

Fotos de Nebula NASA, ESA, and J. Maiz Appellaniz Instituto de Astrofisica de Andalucia, Magician © iStockphoto/passigatti, Rabbit © iStockphoto/fotoIE Hat, Can and cards © iStockphoto/davidf, Arm with card © iStockphoto/messenjah

“¡Listo!” y aparece el conejo en el sombrero. “¡Abracadabra!” y la mujer en la caja desaparece. Muchos disfrutan de este tipo de “magia”, pero sabemos que hay un truco involucrado: todo es un juego de manos, “humo y espejos”, una ilusión. Nuestro sentido de asombro desaparece cuando se nos permite conocer el secreto del mago (“¡así es como lo hace!”). Es fácil para el mago hacer desaparecer algo si es sólo una ilusión para empezar.

Cuando leemos que “Los dinosaurios se extinguieron hace 65 millones de años”, o que “La tierra tiene 4.600 millones de años”, debemos preguntarnos si estas edades inconcebiblemente largas son reales o simplemente una ilusión. Si son imaginarios, una ilusión, deberíamos poder descubrir dónde se está produciendo el engaño.

Para que sean reales, deben ser el resultado de una medición científica, pero esto no es posible, porque no existe una forma directa de medir la edad de algo. Tampoco podemos determinar exactamente cuándo ocurrió un evento pasado, a menos que un testigo lo registre con precisión. Por otro lado, la evidencia indirecta está muy sujeta a interpretación. Por ejemplo, cuando en la década de 1700, James Hutton miró las rocas de Siccar Point en Escocia, no vio “ningún vestigio de un comienzo, ninguna perspectiva de un final”, y así imaginó que se necesitarían millones de años para que se formaran las rocas allí.

En su mayoría, las largas eras de las que se habla en estos días son el resultado de imaginaciones similares de otras personas en lo que se llama pensamiento “uniformitario”: la idea de que las cosas siempre han seguido como están ahora, sin interrupciones inusuales. Este pensamiento hace necesarios largos períodos de tiempo, porque, si no hubiera habido nada inusual que interrumpiera los patrones normales, las cosas que observamos hoy en la tierra habrían tomado mucho tiempo. De ahí las grandes estimaciones.

Pero, ¿si ha habido interrupciones en los procesos normales? La Biblia nos dice que el Creador ha trabajado fuera de los “procesos normales” en actos de creación en varias ocasiones para realizar lo que generalmente se llama “milagros”. Esto haría una gran reducción en el tiempo requerido: ¡los millones de años supuestos pero imaginarios desaparecerían!

Tome la evolución, por ejemplo; la afirmación de que todos los seres vivos descienden de una célula formada accidentalmente y auto vitalizada. Si la evolución realmente sucedió, debe haber tomado una inmensa cantidad de tiempo para los experimentos genéticos que requiere la teoría. Sin embargo, si Dios creó los seres vivos en toda su variedad básica en unos pocos días, como lo describe la Biblia, entonces las largas edades se vuelven totalmente innecesarias.¹ La pregunta es simple: ¿Puede Dios crear seres vivos en pleno funcionamiento, o no puede hacerlo? Después de todo, nuestro creciente conocimiento del asombroso funcionamiento de las células vivas y los organismos completos, y ese ingenioso sistema de almacenamiento de información, el ADN, nos dice que la evolución, tal como se entiende comúnmente, es imposible, por lo que el relato bíblico de la creación instantánea de la vida parece más y más creíble a medida que estos descubrimientos científicos continúan.

La idea del big bang para el origen y desarrollo del universo es popular hoy en día, pero es una teoría que los científicos encuentran cada vez más difícil de respaldar con evidencia.² Requiere hasta 20 mil millones de años de tiempo imaginado para cumplirse. Pero la Biblia registra que Dios produjo toda la materia del universo y la formó en la tierra y todos los cuerpos celestes en tan solo unos pocos días terrestres, una creación casi instantánea. ¡Ni siquiera se requiere un año!

La geología uniformista enseña que las capas de roca que vemos hoy son el resultado de largas edades de lenta deposición después de una lenta erosión. Sin embargo, la mayoría de los agentes de erosión y deposición de hoy en día son demasiado débiles para haber realizado una tarea tan grande (por ejemplo, el río Colorado en el Gran Cañón). Pero, ¿qué hay del Diluvio que cubrió la tierra del tiempo de Noé, durante el cual toda la Tierra volvió a salir a la superficie, como se sugiere seriamente para la superficie de Marte? Los experimentos de modelado y sedimentación por computadora indican que tal Diluvio puede explicar fácilmente las capas de roca. Sin embargo, ese Diluvio duró solo alrededor de un año, por lo que, una vez más, los millones de años son innecesarios, si la Biblia es cierta.³

Según las personas que creen en la evolución, la historia del hombre dura un millón de años más o menos, incluido un largo período como “hombres de las cavernas de la edad de piedra”. Pero no existe una línea clara de desarrollo humano en diferentes partes del mundo. Los antropólogos tienen poca idea de dónde provienen los idiomas, y aparentemente algunas personas todavía viven “en la edad de piedra”.⁴ Sin embargo, la historia bíblica de Babel⁵ explica el origen instantáneo de los idiomas hace no mucho más de 4000 años. No hay necesidad, entonces, de años de evolución lenta de las lenguas en grupos de personas aisladas, y no hay necesidad de especular sobre una larga historia de “hombres de las cavernas” que evolucionaron hacia el “hombre moderno”. Es obvio que, a medida que las personas se dispersaron de la rica cultura e infraestructura de Babel y se dispersaron por todo el mundo en sus grupos lingüísticos, perderían algunas habilidades y conocimientos, y se convertirían en ‘hombres de las cavernas’ con herramientas primitivas hasta que se establecieran y reconstruyeran una cultura con infraestructura, metalurgia, escritura, etc. Nuevamente, las edades largas desaparecen si la Biblia es verdadera.

Una de las preguntas más legítimas para aquellos que son escépticos sobre el relato de la historia de la Biblia es cómo la luz de las estrellas a millones e incluso miles de millones de años luz de distancia es visible aquí en la tierra.

¿Cómo pudo llegar aquí en solo 6000 años (o menos, si Adán pudo verlos)?

La respuesta es complicada y aún se está investigando, pero la Biblia, sin embargo, nos da una pista: dice que Dios “extendió los cielos”. Esto se interpreta como que Él creó las estrellas cercanas a nosotros y luego extendió el espacio, deformando el tiempo⁶ de tal manera que la luz cubrió las distancias iniciales relativamente cortas en solo un poco de tiempo terrestre. Entonces, los procesos de formación de estrellas, aunque toman mucho tiempo según los relojes terrestres actuales, habrían ocurrido de tal manera que ahora vemos los restos de estos procesos en acción en estrellas muy distantes.

Así, millones y millones de años desaparecen. ¡Sin magia! ¡Sin trucos! Después de todo, eran solo imaginarios en primer lugar.

Entonces, ¿quién los necesita? Nadie, excepto aquellos que se niegan a creer en la Palabra de Aquel que está fuera del tiempo: el Dios de la Biblia.